sábado, 21 de junio de 2014

MARIANO FORTUNY Y MADRAZO












Mariano Fortuny y Madrazo nació en Granada en 1871 (no confundir con su padre, el famoso pintor Mariano Fortuny y Marsal, considerado junto a Eduardo Rosales uno de los pintores españoles más importantes del siglo XIX después de Goya ).
Cuando tenía 3 años su padre murió y se trasladó a vivir a con su madre y sus hermanos a casa de su tío en París. Pronto destacó por su talento artístico y empezó a pintar. También estudió dibujo y química en Francia y Alemania. En 1889 la familia se vuelve a mudar, esta vez a Venecia donde morirá con 77 años.
En Venecia asienta su taller en el Palacio Pesaro degli Orferi, hoy en día museo que se puede visitar y que alberga exposiciones temporales.












Movido por sus inquietudes artísticas viajó desde muy joven por toda Europa conociendo a muchos artístas de la época. Su talento abarcaba también la investigación en diferentes campos, como pintura, fotografía, escultura, arquitectura, escenografía o técnicas de iluminación para artes escénicas. De hecho colaboró en los vestuarios y escenografías del teatro del la Scala de Milán.





Fortuny reflejó en sus obras el estilo del modernismo y su espíritu ecléctico. Recuperó el gusto por la indumentaria de la Antigua Grecia y creó un estilo muy personal y de gran éxito basado en el diseño de trajes atemporales en que cada obra es única e irrepetible.
Tres son sus aportaciones más conocidas al mundo de la moda:
Si has leído o visto "El tiempo entre costuras" te sonará su famoso vestido Delphos (1907). Prenda de raso de seda plisada de inspiración griega. La hechura es cilíndrica y holgada, ondulante y de rico colorido, que se sujeta en los hombros con finos hilos de seda y botones de cristal de Murano. ¿No os parece un maravilla?






El corte del Delphos es tan sencillo como revolucionario, una túnica que encuentra su forma sobre el cuerpo de la mujer, adaptándose fielmente a sus líneas para ponerlo de relieve. En el Museo del Traje de Madrid podéis admirar uno más de cerca, merece la pena, os lo aseguro.

















Un año antes diseñó el Pañuelo Knossos, de seda, forma rectangular y con diseños geométricos asimétricos. El gran velo es llamado “Knossos” por los motivos decorativos que lo adornan extraídos de la cerámica tipo Camarés y naturalista que se descubrieron en las excavaciones un palacio cretense.













Su tercer gran legado es el desarrollo del primer sistema para hacer plisados con máquinas la seda y el terciopelo. Además él mismo manipuló telas, tintes y materiales para conseguir llegar al estampado y colorido que deseaba, probando primero en madera y luego en serigrafiado.
Hoy en día muchos son los modistos que se inspiran en este gran diseñador y lo podemos ver cada temporada en la pasarela.
Y es normal porque el gusto por la seda y los plisados nunca pasa. Aquí os mostramos algunas de las mujeres importantes de la historia que han tenido la suerte de llevar un Delphos.
La señora Condé Nast llevando uno de los famosos vestidos Delphos.
 
 
Isadora Duncan y su hija, ambas con un Delphos de Fortuny.
 
La mujer de Rodolfo Valentino, Natasha Rambova también lo lució.

¿Qué os parece esta maravilla?

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